Es uno de los aspectos más frustrantes del entrenamiento para ir al baño: Tu niño ha usado ropa interior durante semanas cuando, de repente, comienza a tener accidentes. Pero no te preocupes, puedes retomar el entrenamiento a pesar de haber sufrido una regresión.’
La "regresión" se manifiesta cuando el niño tiene varios accidentes o se niega a ir al baño después de haber finalizado el entrenamiento con éxito, comenta el Dr. Charles Shubin, director de pediatría en Mercy Family Care en Baltimore, MD; profesor adjunto de pediatría en University of Maryland; y ayudante de cátedra de pediatría en The Johns Hopkins University. La regresión no solo es frustrante sino que además es una dificultad que muchos padres tienen que enfrentar. Las causas son varias. Pero no te preocupes, puedes retomar el entrenamiento a pesar de haber sufrido una regresión.
Si bien la regresión puede manifestarse por muchas razones, por lo general, está relacionada con el estrés.’
¿Qué es lo que genera la regresión?
Otra causa posible puede ser una infección. “Una infección urinaria hace que resulte difícil y doloroso controlar la vejiga y esto puede manifestarse como una regresión”, comenta la Dra. Cara Familian Natterson, pediatra de Los Ángeles, CA.
Si bien la regresión puede manifestarse por muchas razones, por lo general, está relacionada con el estrés, según cuenta Michelle LaRowe, niñera profesional con más de 12 años de experiencia.
“Un cambio abrupto en la rutina, comenzar la guardería, la llegada de un bebé a la casa o cualquier otro cambio importante puede desequilibrar la mente y el cuerpo del niño", comenta LaRowe. "Tener una experiencia desagradable al ir al baño, como evacuar sintiendo mucho dolor o que alguien se burle o te discipline por haber tenido un accidente en la guardería también pueden ser algunas de las causas. Algunos niños más grandes no quieren dejar de jugar y terminan yendo al baño cuando es demasiado tarde”.
Retomar el Rumbo
La Dra. Natterson dice que el estímulo positivo es la clave. Y rápidamente señala que el estímulo negativo puede tener un efecto negativo en el progreso de tu niño. “Si tu niño de repente comienza a recibir mucha atención por los accidentes o por volver a usar pañales, es probable que ese comportamiento lo condicione. Seguramente le gustaría recibir una atención positiva, pero preferirá recibir atención negativa antes de que ser ignorado”.
LaRowe opina que leerle libros sobre entrenamiento para ir al baño a tu niño es otra manera de estimulación positiva. También recomienda tener un cuadro con o premios que visualmente muestren el progreso de tu niño y le permita sentirse orgulloso de los logros diarios.
“Retoma el rumbo sentándolo en el orinalito regularmente a la hora que programaste como parte de la rutina diaria cada tres horas aproximadamente”, dice LaRowe. “También puedes probar llevándolo al baño cada vez que veas que tiene que usar el inodoro, recordarle que lo use cuando está jugando y darle elogios positivos y determinados durante el período en el que esté retomando el rumbo”.
¿Y qué sucedió con Nolan? Se concentró en darle a su hijo la atención extra que reclamaba y depositó su confianza en el comienzo de las clases, lo que sirvió como fecha límite para las dificultades del niño en el entrenamiento y como señal de que ya era lo suficientemente grande como para usar el orinalito. “Para ir a la escuela, le puse ropa interior y pantalones deportivos para que pudiera bajárselos con facilidad para ir al baño”, cuenta. "Ahora parece tan capaz al verlo usar el inodoro solito, incluso en casa.”